La amplificación por PCR y posterior secuenciación de pequeños fragmentos de ADN, conocidos como marcadores moleculares, han permitido la identificación de cada vez más especies. Además, algunos hongos endófitos pueden cultivarse a partir de un fragmento de su planta anfitriona (madera u hojas) en un medio de crecimiento adecuado. Ambos enfoques se han utilizado en el programa Life On Trees.
En el primer caso, se colectan, esterilizan y conservan los muestras de tejido del árbol y de sus plantas epífitas. Posteriormente, se les extrae el ADN y se lleva a cabo el análisis conjunto de genomas, ya que esta aproximación no permite la extracción del material genético de cada especie por separado. La ventaja de este procedimiento es que permite acceder a una gran parte de la comunidad fúngica. La desventaja es que no se obtiene nada más que secuencias de ADN, y las identificaciones a especies son aún debatibles, incluso tras arduos análisis bioinformáticos.
El otro enfoque consiste en cultivar estos hongos endófitos directamente en el campo, con el fin de aislar cada cepa fúngica en cultivos puros. Una vez que las cepas individuales de hongos están suficientemente desarrolladas, se toman muestras y se colocan en una solución tampón para mantener el ADN intacto para futuros análisis moleculares. Determinar el número de géneros y especies recolectados es imposible basándose en la morfología de la forma asexual, que es la única que se desarrolla en medio de agar. Las características morfológicas que permiten identificar las especies sólo pueden observarse en la forma sexual. Por ello, en su lugar, se secuencia el gen del código de barras de los hongos ITS (por Internal Transcribed Spacer), a partir del cual se obtienen (o asignan) los nombres de los géneros y especies, buscando similitudes entre las secuencias obtenidas y las almacenadas en las bases de datos mundiales (por ejemplo, GenBank, UNITE, y BOLD).
La ventaja de esta metodología es que el trabajo de identificación se lleva a cabo cepa por cepa y que, tras el procesamiento, siempre se dispone de cultivos puros de especies/cepas individuales, que pueden reutilizarse para futuros trabajos o análisis adicionales de ADN en caso de duda sobre la especie. La desventaja es que parte de la comunidad fúngica es inaccesible: algunos hongos endofíticos no pueden cultivarse y, de los que pueden cultivarse, sólo los de crecimiento rápido pueden cultivarse en el tiempo relativamente corto de que se dispone para una misión sobre el terreno.